jueves, diciembre 02, 2010

3ª DE FERIA DE JESUS DEL GRAN PODER, QUITO (ECUADOR)

Hace cuatro horas y cuarenta minutos exactamente que he salido de la plaza de Iñaquito y todavía dudo en solamente dejar que se ha celebrado un lamentable espectáculo, o solo dejar la ficha técnica como constancia, o ninguna de las dos cosas y hacer comentarios generales del desastre y la burla sufrida.

La corrida ya se veía mal planteada sobre el papel, Rafaelillo confirmando alternativa, y como padrino Álvaro Samper, acompañados de un rejoneador, las características de Rafaelillo son conocidas por todo el mundo, un torero poderoso, que puede con todo tipo de toros siempre que los animales pertenezcan a este género de la raza bovina y Álvaro Samper un torero de escasa técnica y oficio que si merece un respeto es por las vicisitudes que le ha costado llegar y matador y torear tres o cuatro festejos al año.

Pero si el plato fuerte es Rafaelillo es incongruente, se pretende hacer una parodia del mal gusto de una corrida de toros, o lo que es peor todo es producto de una chapuza por desidia, pues anunciar tres toros de Santa Coloma, ganadería ecuatoriana propiedad de los Hrdos de J. Buendía en sociedad con la familia Cobo, y tres de Peñas Blancas (procedencia Garcigrande) también propiedad más o menos cercana de la familia Cobo es una broma de mal gusto, los toros de Santacoloma criados en Ecuador pues son mas minúsculos que sus hermanos españoles y con cabezas más reducidas si cabe y con fuerza y casta nula, y los de Peñas Blancas hacen buenos, cosa que parece imposible a sus antecesores de España.

¿Como podía brillar con este ganado Rafaelillo? imposible todo lo contrario con lo que suele triunfar, se llevo una cornada que todavía le salió barata por exceso de confianza en vista de los gatos que había en el ruedo y equivocarse.

Solo le falto esto a Álvaro Samper el maestro cogido, si en su primero ya estuvo mal, en el que no pudo matar en sustitución de Rafaelillo, estuvo fatal y en el sexto, pues supero mi paciencia y expectativas, y a la segunda tanda de trapazos y como era la única forma que podía demostrar mi descontento me marche.

Pero es que además la corrida fue un cumulo de sin sentidos, el rejoneador actuó en tercer y quinto lugar ¿que lógica tiene esto?, el toro devuelto a los corrales por no poderlo matar Álvaro Samper, no escuche el tercer aviso y nadie de mi alrededor tampoco, lo cierto es que habían sonado dos avisos, Samper intento descabellar por enésima vez, el toro estaba vivo se le arranco y le propino un revolcón, Samper se fue al callejón, y los subalternos por su cuenta llevaron al toro para toriles, pero ni yo, ni nadie de mi alrededor oyó el tercer aviso.

Una cosa, no sé cómo calificarla como mínimo de lamentable, y más en Quito donde era tradicional el lleno en todas la corridas de feria y este año con los carteles base ya superados ningún día se pasó de la media entrada, aunque al tercer toro se llegara a cerca de los 3/4 o bien por abrir una puerta, o quizá porque compraban a la reventa a bajo precio, o quizá simplemente porque llegaban tarde.

Festejos como este son la vía mas rápida de matar la corrida de toros y más en este continente donde se pagan precios más caros que en Europa y el nivel de vida es sensiblemente inferior por lo que asistir cuesta un verdadero sacrificio al aficionado, para que luego le den astracanadas de este tipo

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