martes, noviembre 16, 2010

TERCERA NOVILLADA DE PREFERIA EN MANIZALES, PICADA

UNA VISION DALINIANA DEL APOCALIPSIS DE LA FIESTA DE LOS TOROS

Porque es muy difícil llegar más cerca de un apocalipsis con estos datos, de seis toros que saltaron al ruedo cuatro regresaron por su pie a los corrales, tres porque sus matadores no fueron capaces de matarlos y uno indultado.

El ambiente de cementerio, gélido, de ese frio que cala los huesos hasta el tuétano, oscuro, niebla
y nubes, y un diluvio cayendo sobre la plaza en el tercero que la dejo a pesar del buen drenaje convertida en una laguna donde se esperaba que en cualquier momento surgiera un caimán del agua, un ambiente tétrico, siniestro de película de terror de Boris Karl off y Bella Lugosi, los toros mal heridos volviendo a los corrales o siendo apuntillados en la tronera del burladero, un mucho que rea la antítesis de lo que debe ser un torero, con andares desgarbados, pisando uvas constantemente, descomponiendo la figura y jugando los brazos de forma grotesca, y ya para colmo en el sexto de la tarde después de banderillas de va la luz, oscuridad total, se adivina en el ruedo unas sombras difusas, suerte que estábamos unas diez mil personas reunidas pues recordaban los fantasmas de un castillo de terror en ruinas, se adivinaba que corrían delante del animal que casi no lograban ver, después de unos cinco minutos de oscuridad total volvió a hacerse la luz por fases, ni esperar que toda la iluminación estuviera encendida, con una luz mortecina, amarillenta de depósito de cadáveres el desgarbado aspirante a torero se lio a dar una serie de mantazos inconexos por toda la plaza, no porque el toro fuera manso y huyera sino porque en cada trapazo lo mandaba a la otra punta del ruedo, con este ambiente que olía a terror convirtió el toro en un palillero hasta que el presidente decidió devolverlo a los corrales, en resumen algo dantesco que me recordó por momentos la inolvidable película protagonizada por Vittorio de Sica y Alberto Sordi el Juicio Final.

Y los mas grave, lo peor de todo es que el encierro estuvo compuesto por seis novillos de la ganadería de Ernesto Gutiérrez, animales hechos por y para el exclusivo lucimiento del torero, feos de hechuras, pequeños pero con una cabeza más pequeña aun lo que les hacer ver deformes, cornicortos, gachos y brochos y con una bondad que ronda el amaestramiento de perros de un circo de primera línea, vamos un ganado en el que si no se toca pelo en cada toro, los diestros quedan en evidencia, porque además de ser totalmente sumisos, toman una varita en el caballo apretando, tienen la fuerza medida para no caerse y llegan a la muleta con un tranco alegrito, sin ser en lo absoluto molesto y avisando al matador antes de cada arrancada no vaya ser se despiste y tropiecen con él.

Conocí al creador de estos toros, D. Miguel Gutiérrez heredero de D. Ernesto y contra lo esperado mi dio una magnífica impresión, honesto, muy conocedor de la crianza del toro, tradicional, solo se permite la licencia de la inseminación artificial pero que disfruta criando de la forma más tradicional en la actualidad este tipo de toros que garantizan el triunfo, porque tan buen ganadero es que un 99% de sus ejemplares parecen clones, no hablo irónicamente, tiene esta visión del toro y a ello se dedica en cuerpo y alma y sin afán mercantilista, porque vendiendo tres corridas y dos novilladas cada año a lo sumo y sin perspectiva de crecimiento en el número de festejos , negocio no puede haber ninguno.

La terna que acepto el compromiso de torear esta novillada que obliga a triunfar o a declarar que no se sirve para el oficio de matador de toros fueron Santos Blanco, torero hábil y ventajista pero con oficio corto una oreja en su primero e indultó, mejor dicho se indulto el toro solo al cuarto, tres orejas en total, y nadie recuerda haber visto un pase de intereses que no tuviera ventaja, lejanías, y pico un mal ejemplo del toreo moderno.

En segundo lugar actuaba A. Marín un chico que está verde muy verde y con una concepción nada clara del toreo fue a la deriva toda la tarde incapaz de hilvanar un solo pase a estos animales que se los daban solos, con faenas larguísimas y pesadísimas, a su segundo lo pillo casualmente de una estocada a la primera y el que hizo quinto se le fue vivo al corral después de un martirio de pinchazos.

En tercer lugar saltó al ruedo J.M. Noreña, un chico que desgraciadamente no está llamado para este oficio que es un arte, antiestético en todo, no es que sea feo o sea contrahecho que va, solo lo parece desde el momento que cita al toro hasta que mal remata el pase, no tiene el mas mínimo conocimiento de lo que consiste el arte de torear ni siquiera el oficio de matar toros, los dos toros se le fueron vivos tras unas actuaciones que no se sabía si rayaban lo cómico o lo trágicamente ridículo.

La oportunidad era de oro y la desaprovecharon totalmente por incapacidad manifiesta de quien actuó en segundo y tercer lugar, y ventajista con un concepto industrial y a destajo del toreo el que corto tres orejas y tendremos que soportar en la primera novillada de feria.

Cormanizales tiene muy buena intención al fomentar la afición con esta mini feria gratuita para el espectador, y que pretende abrir oportunidades a los más jóvenes del escalafón novilleril, pero si no exigen un mínimo de capacitación a quienes dan la oportunidad flaco favor hacen a la fiesta.

No me gusta nada hablar como lo hago en este comentario de novilleros y muchachos jóvenes, sacrificio y dinero les cuesta intentar entrar en esta difícil profesión, he pensado mucho antes de escribir y he llegado a la conclusión que era más honesto y humano decirles las verdades públicamente y que se desengañen de una vez que mantenerles en el engaño y con dolor en el corazón he escrito lo que realmente vi y pensé durante el festejo.

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