viernes, diciembre 11, 2009

A TODOS LOS QUE CUESTIONAN LA CAPACIDAD MENTAL DE LA CONDESA Y UN SERVIDOR

No es por soberbia que escribo este post, pues si algun pecado no tengo es el de la soberbia, pero la constante campaña de insultos anonimos aludiendo a la capacidad mental de la Condesa y la mia propia me obligan a ello.

Para mi ya es un honor inmenso coincidir y compartir opiniones e ideas con Carmen Esteban, una de las plumas mas brillantes del periodismo taurino andante, demostrado sobradamente con el exito de su libro sobre Manolete y confirmada esta demostracion por un evento que se conocera en su momento, vamos que Carmen Esteban una figura de la intelectualidad taurina, literaria y los amigos con los frecuenta tertulias e ideas lo demuestran mas si cabe.

En cuanto a mi humilde persona y para sorpresa inesperada hoy me encuentro que en enhttp://factual.es/cronicas/una-decision-monumental/ , sale publicado un articulo mio que no publique en este blog dadas las caracteristicas de marginalidad voluntaria del mismo, pero si que lo publique en otro del que no viene a cuento el nombre para evitar que se ensucie por los anonimos cobardes que inundan la red.

La grata sorpresa consiste en que mi modesto articulo aparece emparedado en igualdad de condiciones y capacidad de interes entre unos articulos sobre el mismo tema de Albert Boadella, Oriol Trillas y Arcadi Espasa personajes estos cuya capacidad intelectual y critica esta totalmente fuera de discusion.

Esto no implica que no sea consciente de mi deficiente capacidad sintactica, que no ortografica, las faltas y errores de tipeo que aparecen en este blog si no son deliberadas si no son rectificadas antes de la publicacion de forma deliberada, es una forma de remarcar mas el intereses de estar al margen de lo politicamente correcto y por lo tanto corrupto.

Para que no queden dudas sobre la cuestion reproduzco con copy/paste y excactamente por el mismo orden que aparecen los articulos a los que hago referencia publicados en
http://factual.es/cronicas/una-decision-monumental/.

Viernes 11 de Diciembre de 2009

Libertad de veto
por Arcadi Espada

La próxima semana se vota el primer trámite de la ley que puede prohibir las tardes de toros en Cataluña. La decisión final no se conocerá, probablemente, hasta la primavera, pero esta votación de la semana próxima será muy indicativa. Alrededor de la votación hay muchas cuestiones de interés. Una, fundamental, es esta hipocresía flagrante de la libertad de voto a la que CiU y Psoe se han acogido. Sus diputados no estarán obligados a votar en razón de lo que dictamine la dirección del partido. Un modo interesante de eludir la única responsabilidad que cuenta en la política española, que es la responsabilidad de la marca. Tanto si el resultado es favorable a los defensores de los animales y a los perseguidores de los españoles, como si es contrario, convergentes y socialistas no sólo salvarán el alma sino la cartera. ¿Quién podrá pedirles cuentas, cuando han dado a los hombres la libertad de separarse de la marca? En los parlamentos dirigistas, como los españoles, la libertad de voto se ha convertido en un excepcional sistema de disimulo. Así, cuando a don José Montilla le interpelen por el resultado de la votación siempre podrá contestar: «No ha sido cosa del PSC, sino de los socialistas!» La práctica tiene, por último, una solemne ventaja: puede uno presumir en público de la libertad de voto mientras por dentro, y en conversaciones privadas, aprieta el dogal.

Me gustaría que el lector no viera en lo que antecede nada más que una meditación técnica. El fondo del asunto me trae sin cuidado. Yo voy a los toros y gusto de ellos como el que va de putas. O sea, sin presumir. Más bien como el adicto a un vicio poco confesable. Peco. Me gusta. No quiero bendición ninguna. Si no puedo ir a ver a José Tomas en Barcelona iré a verle a Madrid o al Puerto. O a Ceret, que tocan Els Segadors antes de que la corrida empiece. ¡Me importará a mí lo que hagan o dejen de hacer en la ciudad de los doce Apóstoles!

Sólo que me jode el retintín.

(Artículo publicado en la revista Interviú.)

Jueves 10 de Diciembre de 2009

Morir con honra
por Albert Boadella

Sería absolutamente incoherente que el parlamento regional no votara en contra de las corridas. Perdería todo sentido el trabajo de tantos años elaborando, día a día, la versión de una España de tradiciones bárbaras, una España tosca e intolerante, frente a la pacífica región de la sensatez, el entendimiento y la modernidad. No iban a desaprovechar una ocasión tan vistosa para poner una pizca más de distancia.

Sin embargo, debemos reconocer que se les ha servido en bandeja esta nueva ocasión que les permite exhibir diferencias. Hacía muchos años que, en Barcelona, la afición a la tauromaquia había decrecido considerablemente. La realidad implacable de La Monumental era la de una plaza sin público (si exceptuamos el fenómeno Tomás, marcado en parte por el incentivo esnob). Descifrar las razones de la decadencia es relativamente sencillo. Hay que aludir necesariamente a un empresario instalado en la inercia que, durante varias décadas, ha demostrado su incapacidad por hacer frente a la situación creada al finalizar la dictadura. Ésta fue la circunstancia que aprovecharon los afectados por el virus étnico para purificar la región de aquellas cosas que, según su mollera, no pertenecían a la improvisada ortodoxia regional del momento. La irradiación de sus ardores revanchistas consiguió que también los toros se convirtieran en un fenómeno anacrónico, con cierto tufo del pasado franquista. En definitiva: asistir a una lidia no era algo culto, ni correcto, ni mucho menos del país.

Hoy, no tiene ningún sentido encararse ante la irreversible realidad. Por un lado, estamos ante una nueva oportunidad para la política de limpieza étnica en su versión de chicha y nabo. Por el otro, se trata de una actividad ruinosa por falta de clientela. Visto el panorama, es mucho mejor que la decisión del parlamento sea prohibir los toros, así por lo menos finalizarán con honra. Nada sería tan lamentable para los aficionados como dejarnos exhibiendo la decadencia. Por mi parte, además de Madrid, me quedan Nimes y Arles para no tener que soportar las gansadas del régimen. De nuevo, la libertad está en Francia. ¡Como si el tiempo no hubiera pasado!

Miércoles 9 de Diciembre de 2009

En nombre de Cataluña
por Carles Carbonell

Dentro de nueve días, el Parlamento de Cataluña someterá a votación la modificación de la ley de protección animal con el único fin de prohibir las corridas de toros en Cataluña (o mejor dicho, en Barcelona, porque en el resto de Cataluña ya lo han hecho por otros métodos). Si hubiéramos llegado a esta situación por iniciativa de los colectivos de defensa de los animales o formaciones ecologistas no tendría nada que decir, pues tanto quienes amamos la fiesta de los toros como quienes la odian en razón del supuesto maltrato animal estaríamos en pie de igualdad (no sólo democrática, sino también argumental). Pero el fondo de esta votación no es éste, sino el último (y quizá definitivo) ataque a la fiesta por parte del nacionalismo. Un ataque que, paradójicamente, pretende abolir las tradiciones catalanas que dice defender.

Los responsables de esta traición no son otros que los catalanistas de nuevo cuño como Carod Rovira, quien, al parecer, experimentó una revelación en el estanco que regentaba su padre por concesión del régimen franquista. Con posterioridad, el delirio también afectaría a arribistas como el actual presidente de la Generalitat, José Montilla, que asistía regularmente a la Monumental y dejó de hacerlo al asumir el cargo. Dejó de ir a la Monumental, que quede claro: existe abundante material fotográfico que prueba que Montilla sigue yendo a los toros en plazas del resto de España, lo que demuestra, a su vez, la desfachatez de la élite socialista.

Esta actuación, favorecida asimismo por la larga etapa de gobiernos de CiU, y su propaganda en las escuelas primarias, secundarias y aun en las universidades, que abundaba en la negación de lo taurino como tradición genuinamente catalana (una negación que, año tras año, queda refutada en Ceret), ha creado un estado de opinión ahormado en el más puro bolchevismo. Así, y según la lógica nacionalista, las corridas de toros no son catalanas, sino una infección españolista inoculada por el régimen de Franco. Como dato ilustrativo de lo expuesto, valga señalar que Lluís Companys no sólo presidió Cataluña, sino también una corrida de toros en la Real Maestranza de Sevilla.

La esperanza que nos queda a los catalanes que sentimos nuestra tradición, y la conocemos y defendemos sin fanatismos ni odios injustificados son els “altres catalans”, esos que con tanta lucidez describió Paco Candel en plena dictadura, esos que forman parte de las bases del PSC-PSOE y que podrían obligar a las élites del partido a recobrar el sentido común y votar contra lo que no es más que una traición mayúscula. La enésima, de hecho.

Es dudoso que la recalificación esté en el horizonte inmediato de los propietarios. No en vano, y en los últimos tiempos, quienes regentan el negocio han atisbado en el tirón de José Tomás una forma de seguir muñendo la vaca. En cualquier caso, la estrategia comercial para reavivar la fiesta en Cataluña, fiando los llenazos a una sola carta, no puede ser más errónea. Es lo que sucede cuando, en lugar del propósito inteligente de anclar el negocio, prima el cortoplacismo.

Confiemos en que prime la cordura y el Parlamento no tome la descabellada y absurda decisión de prohibir una de las tradiciones troncales de Cataluña. Y que lo haga, además, ¡en nombre de Cataluña!

Miércoles 9 de Diciembre de 2009

¿Acaso los toros no son rentables?
por Oriol Trillas

Ante la inminente votación en el Parlamento catalán de la ILP que propugna la prohibición de las corridas de toros en Cataluña (actualmente limitadas exclusivamente a Barcelona), muchos se preguntarán por qué no existe un posicionamiento claro y decidido de los empresarios taurinos barceloneses. ¿Acaso no son rentables? En primer lugar, parece evidente que, caso de perder dinero, habrían cerrado tiempo ha. Cierto es que se anuncian muchos menos festejos que hace años. En los últimos años se ha pasado de una temporada de 26 corridas a las 18 que se han celebrado este año. Pero la Plaza de toros Monumental sigue siendo un negocio que deja beneficios.

Vamos a los datos objetivos: el coso tiene un aforo de 19.000 espectadores. El día de la Merced, que se llenó hasta la bandera, a una media de 60 euros por entrada, se llegaron a obtener unos ingresos brutos de 1.100.000 euros. Se desconoce el beneficio exacto, porque en materia de negocios taurinos rige un absoluto oscurantismo, pero vamos a buscar un antecedente similar: en la corrida del 5 de julio, en la cual José Tomás lidió seis toros, los beneficios fueron destinados a la Fundación del torero. Esta fundación ha donado parte de aquellos réditos, concretamente 200.000 euros, a trece asociaciones catalanas que ayudan a los más desfavorecidos. Consecuentemente, con el mismo aforo cubierto y el mismo importe para las entradas, la corrida de la Merced, debió proporcionar una rentabilidad superior a los 200.000 euros. Puede ser que alguna otra corrida -a lo sumo tres o cuatro, no más- resultasen deficitarias. Pero a lo largo del ejercicio, esas pérdidas se compensan con la tarde del lleno y con otras nueve o diez corridas con carteles baratos. Las tres corridas de rejones que se han celebrado, con un aforo de media plaza, pueden representar unos ingresos brutos en taquilla de 500.000 euros, que cubren los costos más menguados de estos espectáculos.

A ello debe añadirse otra particularidad: la empresa de la Monumental no paga canon de arrendamiento. Es suelo propiedad de la casa Balañá. Aunque actualmente el titular empresarial sea la casa Matilla, no es más que uno de los socios del empresario catalán. Piénsese que la mayor parte de ruedos españoles son de titularidad pública, que salen a licitación y por ellos se pagan elevados cánones. Por ejemplo, aunque las distancias en números de festejos son abismales, por la concesión de la plaza de toros de Las Ventas de Madrid se ha llegado a pagar un precio de 5 millones de euros por temporada.

Por otra parte, si los números no le saliesen a la casa Balañá, le sería fácil arrendar la plaza a otro empresario taurino. Siempre se ha cuidado mucho de no hacerlo, no fuese el caso de que les dejase en evidencia.

¿Cuales pueden ser, entonces, los ignotos motivos que expliquen el silencio empresarial? ¿Una elevada indemnización a cargo del contribuyente? ¿La recalificación urbanística del solar donde se halla enclavada una plaza, que, a diferencia de Las Arenas, no ha sido catalogada como patrimonio artístico? ¿La compensación con otros negocios (cine, teatro, inmobiliarias, etc.) de la propia familia Balañá? Nadie lo sabe, pero se trata de un silencio muy peculiar. El primer caso de un empresario al que le prohiben desarrollar un negocio rentable y no protesta. Sin lugar a dudas, debe esperar un lucro mayor.


Esto demuestra que al margen de la calidad sintactica, que unos usan como un oropel para ocultar el vacio del contenido, lo que valora la gente honesta y de prestigio intelectual indiscutible es el contenido de la argumentacion, para la calidad sintactica existen correctorectores de estilo, la primera de estas personas con inteligencia indiscutible en reconocerme en el aspecto taurino, el unico que me preocupa, fue la Condesa de Estraza, gracias Carmen.

3 comentarios:

La condesa de Estraza dijo...

Carles Carbonell i Viladrich: Me encanta la sonoridad tan catalana que tiene su nombre completo y me dirijo a usted, en esta ocasión, de tal manera.
Muchas gracias por los elogios que me dedica y enhorabuena por codearse con intelectuales tan prestigiosos de su tierra, debido a tan extraordinario artículo con su firma en defensa de la fiesta de toros por aquellas latitudes.
Aprovecho la ocasión para, tras ser breada por tal motivo mismamente hasta nuestros días, reiterar públicamente que ha sido usted un aliado perfecto, extraordinario compañero de camino, todo un señor, buena persona, valiente caballero de los de hablar en plata, ave rapaz, tremendamente respetuoso con sus semejantes aunque parezca lo contrario, listo, rodado, con finísimo sentido del humor, muy inteligente y bipolar.
Aprovecho para comunicarle de nuevo a su audiencia que nuestra relación de amistad incondicional forever, no se ha consolidado a través de una comunicación constante achicharrándonos mutuamente a correos para coordinar nuestras fuerzas contra el puterío de la internet oficial de toros, todo lo contrario, nuestro contacto ha sido exacto al de las personas que se encuentran en permanente sintonía, sin atosigar, sin directrices, en libertad.
Su apoyo moral en la distancia a mi persona ha sido básico y me ha quitado soledades dañinas, le debo mucho, quizás le deba el no haber sido devorada por un piara de impresentables delincuentes que tal día como hoy de hace tres años, decidieron salir a mi encuentro poniéndo precio a mi cabeza por orden de un patético Conde de Estradas que es incapaz de dar su aristócrata cara y hacerse cargo de sus malhadados errores.

Luego además es que tiene usted unos aciertos literarios acojonantes: "...de lo políticamente correcto, y por lo tanto corrupto".

Carmen Esteban Villarroel

Ramoncín dijo...

Lástima que CON LA DEMOCRACIA SE CERRARON LOS MANICOMIOS, asi no se os puede encerrar, VAYA PAREJA!

EL CABALLERO NEGRO dijo...

Tu padre bien eso espero, porque con hijo como tu y los argumentos y razones que das es para que se suicidara, Pero bueno igual es genetico, y repito nicks falsos o anonimos gente cobarde por genes.